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COVID-19 obliga a las naciones a replantear sus políticas de cara al cumplimiento de la Agenda 2030

Fecha de publicación
07-07-21
Panel con participantes en foro sobre evaluación de los ODS
  • Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas destacó el papel clave de la evaluación para la implementación de los ODS

Los planes que tenían los países para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se han retrasado a raíz de la pandemia del COVID-19, situación que plantea el reto sobre cómo avanzar con la Agenda 2030 y, al mismo tiempo, garantizar que nadie se quede atrás. 

En la búsqueda de respuestas, el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas organizó el evento paralelo denominado “Evaluación: un camino eficaz hacia el logro de la Agenda 2030”, que se realizó este miércoles 7 de julio, en modalidad virtual.

La pobreza extrema subió en 2020, por primera vez en 20 años, más de un millón de personas más que antes viven sumidos en la miseria, debido a la pandemia y se considera que la cifra total aumentará a 150 millones de personas  para finales de 2021, de los cuales 20 millones son niños; la pandemia ha supuesto un estrés político y socioeconómico para todos. Los países tienen que modificar sus planes para alcanzar los ODS. Las evaluaciones desempeñan un papel importantísimo  para superar los retos planteados y para volver a encarrilarnos en la consecución de los ODS”, manifestó Denis Jobin, especialista superior en evaluación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Durante el encuentro, representantes gubernamentales de Costa Rica, Finlandia y Nigeria coincidieron en que la evaluación no tendría sentido, si no hay una utilización efectiva  de los resultados; además, compartieron sus experiencias sobre la evaluación de los ODS y la Agenda 2030.

La ministra de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica, Pilar Garrido Gonzalo, manifestó que: “(...)contamos con una Agenda Nacional de Evaluación, donde solicitamos la firma de un compromiso por parte de las autoridades institucionales, en el que se comprometen a utilizar los resultados de las evaluaciones, con el fin de mejorar la planificación y la gestión de las intervenciones; además, al finalizar el proceso evaluativo, se solicita un Plan de Acción para transformar las recomendaciones en acciones específicas de políticas, que luego son incorporadas a sus instrumentos de planificación(…) Nuestra Unidad de Evaluación se encarga de dar el seguimiento a la implementación de los planes de acción”.

Similar experiencia expuso Sami Pirkkala, Secretario General de la Comisión Nacional sobre Desarrollo Sostenible de la Oficina del Primer Ministro de Finlandia, quien destacó la utilidad política de la evaluación: “Para la evaluación de ODS realizada, los resultados se presentaron cuatro meses antes de las elecciones parlamentarias(…) y esto tuvo impacto en los partidos políticos y su entendimiento de la Agenda 2030; los resultados de la evaluación también fueron usados por los partidos en la elaboración de sus programas de gobierno. El programa actual del gobierno finlandés está muy alineado con la Agenda 2030 y con el desarrollo sostenible”.

En el caso de Nigeria, Bala Yusuf Yunusa, Asesor Técnico Principal de la Oficina del Asistente Especial Principal del Presidente sobre los ODS, explicó que ellos cuentan con una oficina específica para el seguimiento de los ODS, lo que les ha permitido realizar una evaluación nacional y subnacional en la temática que sirva de sustento para la incidencia política y la realización de los informes voluntarios sobre el cumplimiento de la Agenda 2030, los cuales se realizan cada dos años.

Jörg Faust, Director del Instituto Alemán de Evaluación de la Cooperación para el Desarrollo – Deval destacó la importancia de la evaluación como “(...)un instrumento poderoso para acelerar nuestro viaje al desarrollo sostenible” y señaló tres aspectos a considerar: una cultura de apertura a la evaluación, la organización de datos de manera complementaria y coherente para evitar la fragmentación de la evaluación y mejorar la comprensión de los diversos impactos que tienen las medidas que implementen los países en la consecución de los ODS.