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Inversiones en descarbonización adelantan el período de recuperación de la economía post COVID-19, señaló investigador del Tecnológico de Monterrey.
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Invertir en una economía descarbonizada es un negocio altamente rentable, manifestó ministra de Mideplan.
En el marco de la conmemoración del tercer aniversario del lanzamiento del Plan Nacional de Descarbonización, el pasado 24 de febrero se realizó en el Museo de Arte Costarricense el Panel “Empleos verdes y azules hacia la Costa Rica del 2050”, en el que se analizó el impacto del plan en la generación de empleo.
Los participantes coincidieron en que las inversiones en descarbonización no solo producen réditos ambientales, sino que impulsan la reactivación de la economía y la diversificación del empleo.
En el encuentro, moderado por la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza Murillo, participó virtualmente Edmundo Molina, profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey en México, quien presentó algunos hallazgos del estudio “Una recuperación verde del COVID-19 en Costa Rica, alineando las inversiones en descarbonización con la recuperación económica”.
Dentro de los datos aportados por Molina destaca que las inversiones en descarbonización incrementan en 1,4% el empleo y adelantan el período de recuperación de la economía post COVID-19; también conducen a aumentos en la cantidad de empleos para personas con calificación baja y media, con habilidades de trabajo medio o bajo y agregó que “(...)conforme estas inversiones sean más sustantivas, vemos como la brecha del desempleo entre mujeres y hombres se acorta”.
Estas cifras se complementan con las brindadas por la ministra de Planificación Nacional y Política Económica, María del Pilar Garrido Gonzalo, quien manifestó que la Estrategia Económica Territorial para una Economía Inclusiva y Descarbonizada 2020-2050, que retoma el Plan de Descarbonización y otros instrumentos de planificación a largo plazo, puede generar 134 mil empleos, según un estudio realizado para visualizar su impacto en temas de empleo.
Agregó que estos empleos se producen en actividades económicas vinculadas con electricidad, agua, saneamiento y comunicaciones en todos los polos de desarrollo y que casi todos los cantones tendrían nuevos empleos, que pasan por energías limpias, granjas solares, geotérmicas, parques eólicos, comercio, transporte, agricultura regenerativa, telecomunicaciones y otros. “Hacer un cambio a la economía descarbonizada es un buen negocio, porque genera inversiones que son altamente rentables y que van a producir riqueza y bienestar”, manifestó la ministra Garrido.
Además, destacó que una de las virtudes de la Estrategia es que esos empleos van a beneficiar sobre todo a mujeres y también a indígenas y personas con discapacidad; contribuyendo a que las zonas más vulnerables en términos climáticos puedan ser beneficiarias y protagonistas del desarrollo de nuestro país.
Formar el talento humano para que nadie se quede atrás
Para lograr una economía baja en carbono se requiere de un talento humano que no necesariamente se tiene en las empresas; por eso se deben echar a andar estrategias laborales y de formación con conocimientos y competencias que le garanticen a la población insertarse en este nuevo mercado laboral, para lo cual, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social cuenta con el programa empléate, cuyo objetivo es lograr la inserción de personas en vulnerabilidad laboral, expresó Silvia Lara Povedano, ministra de esa cartera.
Al finalizar el panel, las ministras de Trabajo y de Ambiente firmaron una Carta de entendimiento sobre Transición Justa, la cual alinea el Plan de Descarbonización con políticas de empleo que permitan monitorear el impacto del proceso de descarbonización en el mercado laboral y tomar acciones claras e intervenciones precisas, para mitigar pérdidas de empleo y satisfacer necesidades de formación, explicó la ministra Lara.
También, en el encuentro participó José Vicente Troya, Representante Residente del Programa de las Naciones Unidas en Costa Rica, para quien las inversiones que se hagan en aras de la descarbonización, son inversiones que van a acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.